RECORDEMOS POR UN MOMENTO EL PODER TAN GRANDE QUE TIENE EL TOMAR DECISIONES Y COMPROMETERSE
NO OLVIDES: LOS RETRASOS DE DIOS NO SIGNIFICAN NEGATIVAS.
En el momento en que tomas una nueva decisión, pones en
marcha una nueva causa, efecto, dirección y destino en tu vida; esta empieza
literalmente a cambiar. Si se mantiene el compromiso, el cambio estará
garantizado.
Recuerda que las decisiones no empiezan a operar hasta que
se emprende la acción.
El objetivo que pretendes no será viable si no existe un
auténtico compromiso. El paso más importante, difícil y duro al tomar la
decisión, es asumir el compromiso y la responsabilidad.
SIN COMPROMISO NO HAY DECISIÓN.
Aprende a tomar decisiones con rapidez.
Aprende a mantener tus compromisos, cueste lo que cueste.
Actúa de acuerdo con la información que tengas.
La decisión está en marcha, cuando la acción fluye.
No abandones una decisión sin haber puesto en marcha
acciones concretas hacia la realización de la misma. Allí está el
compromiso.
Toma decisiones a menudo. Cuanto más tomes más fácil será
tomarlas.
Aprende del resultado de tus decisiones. Incluso en los
peores casos, pregúntate:
¿QUE HAY DE BUENO EN
ESTO QUE ME HA SUCEDIDO?
¿QUE PUEDO APRENDER DE
ELLO?
Mantén el compromiso con tus decisiones, pero siendo
flexible.
-
Lo que persigues es el fin.
-
El mapa no es el territorio.
-
Siempre existen rutas alternativas.
-
La flexibilidad es un arte.
LAS DECISIONES QUE
TOMAS Y NO LAS CIRCUNSTANCIAS, SON QUE DETERMINAN EL DESTINO DE NUESTRA VIDA
LOS COMPROMISOS
RESPETADOS ES LO QUE DIFERENCIA A UN SER HUMANO DESARROLLADO DE UN NIÑO
INESTABLE.
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